La energía solar ha sido acompañante de nuestra civilización desde los inicios del tiempo y es hasta ahora que hemos sabido aprovechar sus ventajas. Una de las más grandes que tenemos en la actualidad es el poder utilizar postes solares para captar la luz, y con ella iluminar nuestras calles, a través de una red de alumbrado público.
Como fuente inagotable, el sol permite que las celdas fotovoltaicas de los postes solares conviertan esta energía en un recurso ecológico y siempre disponible, apoyando a nuestro planeta a sufrir menos desgaste y disminuyendo la contaminación global.
Contar con luz ilimitada es una gran ventaja para nosotros, puesto que nos ayuda a aprovechar mejor el día con la luz directa y nos ofrece un respaldo por las noches, al cuidar nuestro camino a casa y ofreciéndonos seguridad gracias a la luz de los postes solares.
Adicionalmente, estos postes solares cuentan con una batería que permite almacenar energía; así, en caso de deteriorarse alguna parte del receptor de luz, podremos seguir utilizando esta misma energía mientras damos mantenimiento.
Hay veces que pensamos que en el mantenimiento de este tipo de alumbrado público tendrá un costo muy elevado, sin embargo, una de las grandes bondades de contar con postes solares es que nos permite hacer modificaciones y ajustes con un costo muy pequeño.
De esta forma podemos afirmar que el mejor beneficio de una red de alumbrado público con postes solares es su bajo costo. La inversión inicial es gratamente recuperada en un período de tiempo mucho menor al que necesitaríamos con una fuente convencional de luz; el aprovechamiento de la misma es mayor al tener acceso constante y una exigencia menor del sistema de postes solares, además de que podemos hacer uso de ella sin preocuparnos tanto.